16 agosto, 2007

¿Quién tiene el guión?

La desaparición de Madeleine McCann se ha convertido en una especie de teleserie venezolana donde la trama parece estar a punto de descifrarse, pero al próximo capítulo… todo se vuelve a enredar.

El cuerpo de Maddie cumple el rol antagónico, es el único papel que no aporta nada positivo a la hora de acabar con el conflicto. No es más que el eslabón perdido en esta producción, pero ¿Existe la posibilidad de que alguien no quiera revelar el secreto?

Si ya se ha cuestionado la credibilidad de los padres, cabe también dudar del desempeño de la policía lusa. La zona donde se perdió la niña británica es altamente turística y, probablemente, Robert Murat fue el primer estúpido al que se pudo incriminar. Entonces, los posibles victimarios ya han sido determinados ahora vamos en busca del héroe.

Llega la audiencia, esos que siempre queremos especular y encontrar la verdad antes del desenlace, aquí destacan tres opciones y un poco más: 1) Estamos conmovidos por la pena de la familia, y no entendemos por qué no dicen la verdad del cuerpo de su hija. 2) ¿Por qué demonios aún no es juzgado el perverso de Robert Murat? 3) Este matrimonio inglés lo componen un par de desgraciados que fueron capaces de asesinar a su propia hijita y deben pudrirse en la cárcel. 3.5) ¿Y si los padres la mataron por accidente y ahora hacen todo lo posible para que no los descubran?

El factor sorpresa nunca deja de estar presente en una función universal, aunque este se acerca mucho a la ficción. Recordemos que presenciamos un relato verídico, por ende, un agente externo tiende a descolocar al público, así que no participarán: los Ovnis, Elvis, el triángulo de las Bermudas, Osama bin Laden, el Santo Grial, ni Iturriaga Neumann.

Tal vez, la tierna niña no fue considerada en el casting de este horrible largometraje. ¿Cuesta tanto encontrar el cuerpo? En realidad son muchas dudas… creo que mejor simplemente voy a sentarme a ver el patético show.